martes, 27 de octubre de 2015

Noticia 1 - TIGRE TIGRE


Una carga de animales llega finalmente a Roma desde algún lejano paraje del oriente.
UN TIGRE A MANOS DE UNA PRINCESA
El afortunado animal, a quien llama “Botas” fue un regalo del César de Roma, su padre. Recibido con mucho aprecio por parte de las personas del palacio.

Después de una larga trayectoria en barco, dos felinos hermanos arribaron a Roma. Uno de ellos, cuidado por un joven, es enviado como regalo por parte del César hacia la princesa Amelia. Su llegada significó una gran sorpresa para la heredera del Rey, pues nunca en su vida había tenido contacto con un animal salvaje. “Estaba pensando profundamente en el pozo y regresé a mi hamaca, cuando de pronto viene una de mis doncellas a avisarme que hay alguien que quiere verme, que me ha traído un regalo.” –dijo la princesa entusiasmada por su amado felino a quien llamó Botas. De esta forma ella conoció al animal, quien, a pesar de tenerle miedo al comienzo, decidió cuidarlo y tratarlo como su mascota real.

Cabe destacar que para las demás personas del palacio la aparición del tigre significó un gran peligro. Muchos de ellos le tenían miedo e, incluso, temían por la seguridad de la princesa. Tanto así, que tomaron unas medidas drásticas, aunque la princesa Aurelia denegaba algunas. De hecho, el joven cuidador del tigre, Julius, quien lo traía de visita hacia el palacio, declaró: “La princesa puede mantenerlo en su jaula, tal como está ahora, pero si quiere dejarlo salir y jugar con él, tiene que permitir que la protejamos. Ahora no es más que un cachorrito, pero, igual que un gato, ya es capaz de morder y arañar” –recalcaba mientras enseñaba sus arañazos rojos y profundos que tenía en el brazo. Asimismo, el joven señaló lo peligroso que podía ser el animal, sin embargo la princesa no dejaba de preguntar lo que podía hacer o no con el tigre, demostrando curiosidad por su nueva posesión.

Lo asombroso de estos hechos es que la situación del tigre y la princesa es óptima, no siente temor hacia él y por ahora no ha recibido ningún daño grave. Suelen jugar constantemente como si no estaría en realidad junto a un tigre. “Y era muy pequeño. Y muy, muy… ah, ¡no  había palabras para lo que era! Preciosos, encantador, adorable. Fabuloso.” –describía a Botas la princesa. Estos indicios indicarían que hay una probabilidad de que toda la seguridad que tenía la princesa al recibir al tigre sea removida, incluyendo la presciencia de Julius.