La tasa de depresión en los adolescentes ha aumentado en los
últimos 10 años
"ANTES
NO ÉRAMOS ASÍ". LOS ADOLESCENTES SE DESAHOGAN.
Durante los años de pubertad los
adolescentes pasan por cambios físicos y psicológicos. Aunque, al parecer, lo
segundo es lo que afecta más. Para poder explicar estos cambios con veracidad,
contamos con los testimonios de tres adolescentes, que también son primas y
tienen la misma edad.
Competencias con los hermanos por
el afecto a los padres, el primer amor, la preocupación por los vínculos
sociales, secretos y problemas familiares, rebeldía, depresión… Poco a poco los
adolescentes se dan cuenta de cuánto han cambiado a comparación de su infancia.
No se sabe con exactitud en qué momento se dan cuenta de la revolución en sus
pensamientos, desde que jugaban con muñecas o jugaban a los quemados, hasta que
se preocupan por tener novio. Según la OMS “La adolescencia es el momento en el
que surge el cambio entre adorar a los padres, que se ven como el único modelo de
referencia, a convertirse en personas con más independencia.” De esta forma, se debilitan
las relaciones familiares, como menciona Juliana (13 años) “Hay gente con más
personalidad. Gente de ideas fijas y temperamentos fuertes. Yo vivo rodeada de
gente así. Por ejemplo tengo un hermano mayor, Antonio, de diecisiete, que casi
nunca me determina y que sólo me dirige la palabra para regañarme porque jura
que es mi papá. Y una hermanita pequeña, de ocho años, que es INSOPORTABLE y
sapa, para rematar.” Durante esta etapa también se genera un aspecto analítico
o, más bien, se empiezan a dar cuenta de lo que pasa a su alrededor y se tiende
a exagerar las cosas; llegó a pensar que era adoptada por no parecerse a su
padres. En el caso de Juliana, quien es la mayor de las tres, muestra una
actitud mandona y suele ser envidiosa, como mencionan sus primas.
Pero claro, estos comportamientos
son totalmente naturales a esta edad y el problema radica en que los padres no
saben cómo manejar esto. Tenemos el caso de Lucía, quien, de las tres
entrevistadas, tiene un caso parental más grave. En primer lugar, su nacimiento
fue posterior al fallecimiento de su hermano y, según menciona, sus padres,
sobretodo su madre, no demuestran un querer suficiente. Palabras como “A un
hijo no lo reemplaza nadie” hace que ella cargue con toda la tristeza e
indiferencia de su madre. Tal cual como menciona Lucía (13 años) “Dicen que
para crecer hay que rebelarse contra los padres, hay que destruir sus imágenes
y armar una identidad propia. Yo no tuve que hacer eso. Nunca sentí que yo
fuera parte de mamá. Al menos, ese paso me lo ahorré.” Por cosas como estas
ella se siente culpable de la muerte de su hermano, y, así, es como resulta ser
la más depresiva del trío. Este es un claro ejemplo de cómo la actitud de los
padres afecta rotundamente en el crecimiento de los hijos, y, cuando es más
severo, llega a afectarlo socialmente. Esto también contribuye a los cambios
emocionales, y, como se mencionó anteriormente, los adolescentes se empiezan a
dar cuenta de lo que pasa a su alrededor. Sus padres se divorciaron.
Más allá de que salgan vellos en
las axilas, o en otras partes del cuerpo, que se interesen por la moda o anhelen
ser adultas, el interés más grande que se tiene es conseguir pareja o parecer
una persona sociable. Sin embargo, también hay adolescentes antisociales y
reservados. Ya hablando de la tercera entrevistada, Valeria (13 años), quien
posee estas características: “A los trece, la familia deja de ser la familia
ideal. Uno se pregunta qué tiene que ver con toda esa gente y, por más que lo
piensa, no encuentra ninguna respuesta decente.” Existen personas que no les
gusta decir lo que piensan o mostrar lo que sienten. Y esto se debe,
mayormente, a la poca atención que reciben de los padres, falta de conversación…
Otro problema aquí, con los padres, es que al ver que sus hijos están mal
emocionalmente, los llevan al psicólogo como una solución más práctica y
rápida. Lo cual es un rotundo error. Los padres deben ser los primeros en
entender y escuchar a sus hijos. Aunque ellos son los primeros en quejarse.
Muchos de los cambios emocionales en un adolescente surge a partir de las
relaciones con sus amigos, cuando consiguen pareja, medios de comunicación,
entre otros. Pero, ¿Quiénes han sido las personas que han estado con ellos
desde su nacimiento y los siguen acompañando hasta ahora? Los padres son la
mayor influencia y ellos deben ser los más preocupados. “Antes no éramos así;
teníamos unas costumbres, unas rutinas, una amistad secreta, unos juegos. Ahora
no jugamos a nada. En el colegio no nos determinamos, cada una tiene su grupo.
Algo se ha roto. Los gestos y las costumbres de antes ya no significan lo
mismo. El problema es que no tenemos otras costumbres de reemplazo. Seguimos
ahí paradas, con ese calor, como tres bobas atravesadas, tres bocas torcidas en
la mitad de tanta gente con caras felices.”
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