Bitácora Nº2
Después de bastante tiempo, logramos visitar dos de las
instituciones que teníamos planeadas, las cuales fueron el colegio de
Llanavilla y Luis de Borbón.
¿De qué manera empezamos nuestra trayectoria?
Después de habernos reunido en el
salón aquel sábado y subir al bus, llegamos en 45 minutos hasta el colegio de
Llanavilla, nuestro primer destino. Nos dieron la bienvenida al lugar, se
encontraba la directora y algunos profesores con niños, evidentemente al ser
sábado no había alumnos. En fin, nos separamos en grupos para que nos dirijamos
de forma ordenada hacia distintas partes de la institución. Teníamos
especificado que nos enfocaríamos en la infraestructura. En mi caso, el grupo
se fue al sector inicial. Se podía observar que había cultivos en unas partes,
los salones al otro lado y al fondo estaba vacío, el suelo era arena. Hasta ese
punto ya teníamos pensado en qué hacer, posteriormente fuimos anotando nuestras
ideas. En esta primera parte de la visita pude observar que, al menos dentro de
mi grupo, todos mostraban algo de interés por ayudar al colegio. Además, esta
experiencia nos dio la oportunidad de comparar nuestra realidad con la de los
niños que estudiaban allí.
¿Hasta qué punto nos afectaron las
carencias y necesidades que tenían los niños de Llanavilla?
Permanecimos en el sector de
inicial un rato más, y decidimos entrar a los salones. Afortunadamente
encontramos que el lugar era adecuado en cuanto a la infraestructura, así que
pensamos en otros aspectos para ayudar como la cuestión del agua. Si bien, en
la institución había dos tanques de agua potable, hacían falta bidones de agua
para estos salones. Por otro lado, la profesora del salón de inicial cinco se
nos acercó para agradecernos por nuestra presencia y a contarnos un poco de las
necesidades que había. De acuerdo a las indicaciones, procedimos a hacerle una
entrevista. Así fue como entramos al salón de inicial cinco, junto con otras
profesoras (de inicial tres y cuatro). Tan pronto como formulamos la primera
pregunta, empezamos a grabar en audio la entrevista. En resumen, nos contaron
que muchos de los niños iban a estudiar sin lonchera, que otros solo traían
agua y que cuando, por ejemplo, la profesora se ponía a comer una manzana en la
clase, todos le pedían y ella tenía que partirla en pedacitos para poder
dársela a cada uno. Por otro lado, nos informaron acerca del peligro que había
en el patio, porque en la arena habían arañas (incluso nos mostraron una que
capturaron en un frasco) que podían morder a los niños, de esa forma
desarrollar enfermedades; además de que la arena entraba en sus zapatos y
causaba irritaciones. En realidad, estos datos nos afectaron bastante hasta el
punto de que todo el grupo mostraba gran preocupación por la situación. Esta
vez, sentí que la comunidad estaba comprometida y tenía ganas de cumplir con el
objetivo de este proyecto CAS. Por suerte esto ocurrió en cada uno de los
grupos que se habían formado al comienzo.
¿En qué medida esta primera
visita diagnóstico nos ayudó a empezar nuestro verdadero proyecto CAS?
Creo que habíamos quedado más que
satisfechos, en el sentido de que al fin encontramos un objetivo general dentro
de esta institución y a su vez fortaleció a la comunidad para poder ayudar a
estos niños. Y es que eso era lo que nos había quedado en la mente, después de
haber observado y evaluado la situación, nuestro único anhelo era poder
ayudarlos. De hecho, después de salir del colegio y despedirnos de la directora
y los profesores, en el bus, nos dimos cuenta de qué en verdad teníamos que
hacer algo. Nuestro coordinador nos contó que justo ese día la televisión que
tenían se había malogrado por la lluvia, que en la sala de computación ahora
solo hay 3 máquinas porque las demás las robaron y que uno de los tanques no
estaba correctamente habilitado. Entonces, a partir de ese momento ya no solo
sabíamos que pasaba en un solo sector, si no que pudimos saber qué pasaba en
todo el colegio en sí. También pudimos brindar ideas y opiniones respecto a lo
que habíamos visto. Así fue como quedamos en sacar el presupuesto para poder
arreglar el techo que había en medio de los salones, el arreglo del tanque, los
bidones, entre otras ideas que habíamos planteado con anterioridad. Asimismo
compartimos lo que sentimos y cómo reaccionamos frente a todo lo que estaba
pasando, pues Alejandro fue preguntando a algunos, incluyéndome. Entonces, esta
primera visita nos ayudó a empezar de una vez el proyecto CAS en la medida que
fortaleció a nuestra comunidad y creó un sentimiento que nos haga trabajar para
un objetivo: ayudar a la institución de Llanavilla.
¿De qué manera continuamos
nuestro viaje hacia el segundo destino?
Sin embargo, nuestro viaje no
terminaba en Llanavilla, aún teníamos que ir al colegio Luis de Borbón. A pesar
de que ya nos habíamos quedado con Llanavilla, no perdíamos nada yendo hacia el
otro lugar. Nos demoramos un buen rato pero es nos sirvió para reflexionar
sobre varias cosas, como mencioné anteriormente. Una vez que llegamos nos
volvimos a separar en grupos para dirigirnos hacia los salones. Para nuestra
sorpresa nos encontramos con alumnos de quinto de secundaria de nuestro
colegio, por lo que sabíamos que esta institución ya estaba recibiendo ayuda.
No llegamos a hacer mucho en ese lugar, algunas partes estaban cerradas y al
parecer todos ya habían elegido Llanavilla y perdieron las ganas de seguir
visitando otro colegio. Y así fue como nuestras visitas llegaron a su fin.
Imágenes:
Cultivos del sector inicial |
Techo del patio principal |
Salón de inicial cuatro |
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Reunión previa a las entrevistas a los profesores |
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