Lima, 16 de agosto de
2015
Querido Lázaro:
Sé que en estos momentos estás en
busca de un amo, porque el clérigo decidió dejarte. Quisiera saber con mayor
exactitud cómo la pasaste con él y con el ciego, por lo que contaste no pude
tener un concepto muy bueno de ellos. Por eso te pido que leas mi carta. Anhelo
que leas mi opinión sobre tus amos y me digas si fueron así contigo o lo
interpreté mal.
También quiero que me cuentes
cómo era el mundo en esa época. Por lo que le pasó a tu padre sé que eran
tiempos muy duros donde recibían fuertes castigos. Aunque no me quedó muy claro
ese asunto, lamento la pérdida de tu padre. Sé que posiblemente te sientas mal
por eso.
Bueno, aclarando todo esto quiero
exponerte mi opinión sobre tu primer amo: el ciego. Por supuesto que considero
que fue una persona avarienta y mezquina tal como mencionaste “Estoy diciendo la verdad: si con mi
sutileza y buenas mañas no me hubiera ayudado a mi cuenta, muchas veces habría
muerto de hambre” A pesar de haberte prometido cuidado y bienestar solo
demostraba importarle el dinero. Sé también que te golpeaba incontables veces,
creo que hubo una ocasión en la que te dejo con los dientes estropeados.
Realmente tuviste una terrible suerte al encontrarlo. En adición a lo anterior
Lázaro, creo que te costó aceptar un poco que el ciego poseía un gran
razonamiento y era difícil de engañar ¿no? Muchas veces te confiabas en que
podías tenderle una trampa pero siempre terminaba descubriéndolo. Como aquella
vez en Escalona (cuando te comiste esa longaniza).
Por otro lado, Lazarillo, quiero
que leas lo que pienso sobre tu segundo y último amo (hasta donde leí). Debo
decirte que, a diferencia del ciego, este era muy egoísta ¡Tenía mucha comida y
no te ofrecía nada! Me pareció indignante eso, otra vez te encontraste con un
amo de mal corazón. Por lo menos demostraste astucia para conseguir comida.
Pero de todas formas robar está equivocado Lázaro, a pesar de que morías de
hambre, creo que esa no era la mejor solución. Aunque, en tu defensa, me
sorprendió cómo se comportaba él siendo un clérigo. Se supone que debería ser
sinónimo de una persona ilustrada y con muchos valores. Me sentí un poco mal y
molesto a la vez, te había maltratado de tal forma que quedaste inconsciente
por tres días; qué cruel. Y para variar te deja, bueno, al menos esperó a que te
recuperaras de tus heridas. Por lo que dijo “–Lázaro,
desde hoy eres tuyo y no mío. Busca otro amo y vete con Dios, que yo no quiero
tener en mi compañía servidor tan diligente.” Me dio a entender que él
tenía un buen concepto de ti.
En cierto modo, siento un poco de
lástima por ti por encontrarte tan malos amos en tu camino. No quisiera ver la
reacción de tu madre al ver lo mezquino que era el ciego, y también del amo
siguiente. Por último quiero que sepas cuanto me gustó tu historia pues me
pareció interesante cómo relatabas tu historia. Después de todo es desde tu
punto de vista. Así como yo leí las características de tus amos según tu
postura quiero que también leas mi concepto sobre ellos. Antes de leer tu
historia pensé que sería aburrida porque sería muy extensa. Me gustó cómo
resumías todo lo que te pasaba y de esa forma te entendía mejor. Tus acciones
me hacían reflexionar sobre cómo actuaba yo también pues todos tratamos de
sobrevivir al igual que tú.
Nos leemos pronto,
Adrián
No hay comentarios:
Publicar un comentario