DÍA 3 FECHA: 2 de Junio de 2015
TÍTULO: 36 kilos
AUTOR: Mónica B. Brozon
PÁGINAS LEÍDAS: 90 – 126
Ahora las cosas empiezan a
tornarse serias. Esta vez la historia se enfoca en la enfermedad de Regina y
sus desórdenes alimenticios. Pero primero hablemos de Fernanda.

Por otra parte, la situación de
Regina va cada vez peor. Fernanda ya estaba sospechando que algo raro había en
su peso, pero esto se acentuó cuando se fueron al modisto. Una vez que ambas se
probaron, se notó una gran diferencia de talla entre las dos. De hecho hasta el
modisto le señaló algo. “Óyeme, muchachita, estás muy flaca, ¿has estado
enferma? –le preguntó Gepeto.” (p.93) Mientras Regina solo respondía con
despreocupación y encima quería bajar más de peso. Creo que cuando alguien
quiere bajar de peso no busca excederse y estar como un esqueleto, como en este
caso. Y aún más cuando más de una persona te dice que estás muy delgado y que
deberías subir de peso. Pues el querer bajar de peso de Regina, ahora parece una
enfermedad. Asimismo, ella no quería ir al médico, ni revisarse a pesar de que
ella misma notaba cambios extraños en su cuerpo. Pues ella estaba sufriendo un
problema de salud, aunque a ella parecía no importarle. “(…) –Claro que no,
babosa, ¡cómo se me va a ocurrir a mí decirle! Pero creo que tú deberías. Y
también pedirle que te lleve al doctor. Reina empezó a hacer los ojos para
arriba, como diciendo “Ya viene otra vez ésta con sus chorros”.” (p.98) Leyendo
todo esto, uno ya se puede dar cuenta de que Regina asemeja el perfil de una anoréxica,
aunque no completamente. Aún.

Cabe destacar el gran manejo del
tema que ha tenido el autor al tocar los desórdenes alimenticios. Capturó mi
atención en varias ocasiones. Por ejemplo cuando Fernanda encuentra ese blog de
chicas anoréxicas. “Hay muchos blogs de chavas anoréxicas o bulímicas, pero no
piden ayuda (…) No, ellas están orgullosas de serlo, y se dan consejos para
engañar a los papás y a los amigos.” (p. A pesar de que fue un poco exagerado,
sobre todo la parte del decálogo de la anorexia, este ejemplo sirvió para hacer
hincapié en el tema. Además, comprendió bien el papel de una chica con desórdenes
alimenticios y lo encajó bien en el personaje de Regina. En lo narrativo,
quiero señalar que las reflexiones y comentarios que hacia la protagonista esta
vez fueron más profundos y, de alguna forma, se notaba con claridad esa
incertidumbre y esa preocupación que tenía por saber si su amiga era anoréxica o no.
En resumidas cuentas, esta parte
del libro me impactó. Tengo un gran interés por continuar el libro y saber qué
pasa después con la situación de Regina. Hasta ahora la obra me está gustando.
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